El establecimiento de la agenda es un proceso selectivo en el que los asuntos ganan la atención de los formuladores de políticas (policy-makers) y se les atribuye prioridad. Dentro del contexto de la UE se han aplicado dos grandes marcos teóricos para estudiar este proceso —uno basado en la elección racional y otro en la racionalidad limitada—. La investigación en el primer ámbito se ha centrado en los actores y el poder de configuración de la agenda (de carácter condicional), mientras que el segundo ha hecho más hincapié en las restricciones cognitivas, institucionales y externas al procesamiento de la información. Dentro de este último las teorías importantes han sido: 1) la teoría de corrientes múltiples; y 2) la teoría del equilibrio interrumpido. Respecto al enfoque empírico del establecimiento de agenda de la UE , podemos distinguir dos ámbitos. Los análisis de actores o escenarios intentan clarificar las relaciones de poder y la composición de agenda dentro de las instituciones. Los análisis de asuntos específicos (o las áreas de las políticas públicas) rastrean el camino que sigue un tema determinado en la agenda. Respecto a las principales características del sistema político en relación al establecimiento de agenda, algunas características destacadas son la coexistencia de rutas formales e informales de acceso, la competición entre niveles de jurisdicción, y diferentes rutas de configuración de agenda en relación a los principales escenarios de la acción política. De esta manera, el campo de configuración de agenda es rico tanto en marcos de análisis como en aproximaciones metodológicas.